¿Cuándo se convierten los prejuicios en realmente peligrosos?

El prejuicio suele ser, por lo general, negativo. Pueden influenciar notablemente cómo nos comportamos con ciertas personas, y qué expectativas tenemos de ellos. Esto puede ser muy peligroso.

Los prejuicios pueden volverse peligrosos si están ampliamente difundidos.  Por ejemplo, a través de medios como periódicos, televisión y radio o a través de las redes sociales. Si las cosas negativas se repiten una y otra vez sobre un determinado grupo, entonces hay que tener cuidado. Especialmente si no existe demasiada difusión de la opinión contraria.  De este modo, más y más personas pueden comenzar a creer en ello. 

Los prejuicios negativos que se desarrollan a gran escala en una sociedad pueden causar tensiones entre los grupos. O que grupos de personas se vean privados de algo o sean tratados de manera desigual, por ejemplo, a causa de su origen, color de piel o religión. A eso le llamamos discriminación. 

Si los miembros de un determinado grupo, generalmente una minoría, a menudo escuchan que no pertenecen, a ese grupo le resulta difícil mantener una imagen positiva de sí mismo. Existe la posibilidad que algunos de ellos se aparten de la sociedad.

La historia ha enseñado lo que puede suceder si los prejuicios se "propagan desde arriba". Si, por ejemplo, los políticos intentan ganar votos con ellos. O si un gobierno toma medidas contra un determinado grupo sobre la base de prejuicios. Entonces, las personas son excluidas y perseguidas. Y es así como los prejuicios son realmente peligrosos.